El buen ambiente escolar es vital
La buena infraestructura no es suficiente. Hacen falta buenas relaciones, indican expertos.
Aulas de clase en buen estado, zonas verdes y espacios de recreación, salas de sistemas, bibliotecas, restaurantes y buenas baterías sanitarias son fundamentales para generar un buen ambiente en las instituciones educativas. Sin embargo, hay otros aspectos, como las buenas relaciones entre estudiantes y docentes o actividades académicas motivadoras e incluyentes, que deben tenerse en cuenta para garantizar una buena educación de niños y jóvenes.
Durante el reciente Foro Educativo Nacional, que culminó el jueves, se reunieron cerca de 1.500 docentes, siete expertos internacionales y cinco nacionales para discutir alrededor de lo que implica propiciar en escuelas y colegios ambientes escolares positivos, y las repercusiones que tiene en el desempeño de los estudiantes.
Desde Santa Marta llegó la licenciada Aurora Garay, premio Compartir al Rector 2016 y directora del Liceo Samario, y contó su experiencia transformadora.
“Cuando llegué me encontré un colegio con muchas carencias, sin ventiladores, sin rejas de seguridad que evitaran que los estudiantes tuvieran contacto con vendedores ambulantes durante sus descansos, y los niños me escribían y me pedían solución a esos problemas”, contó la rectora.
Poco a poco y de la mano de docentes y demás directivos lograron mejorar las condiciones del liceo y reforzar la seguridad. Así los niños se sentían más a gusto en sus aulas, se preocupaban por mantener limpio el colegio y por cuidar cada lugar. Pero a pesar de que la percepción de los alumnos hacia su institución mejoró, aún era necesario reforzar otros aspectos más allá de los técnicos.
“Llegaban a mi oficina cartas y peticiones de los estudiantes con errores de ortografía y me senté con los profesores a ver qué estábamos haciendo mal y desarrollamos una serie de estrategias que permitieron mejorar las competencias de lectura y escritura”, relató Garay.
En el 2014, 56 bachilleres del liceo lograron ingresar a la Universidad del Magdalena, y en el 2015, 73. Han mejorado en las Pruebas Saber, seis estudiantes son beneficiarios del programa Ser Pilo Paga, 14 obtuvieron puntajes en las pruebas Saber Pro 11 por encima de 320 y uno más obtuvo el reconocimiento Andrés Bello a mejor bachiller.
“En el colegio no podemos dedicarnos solo a dar clase, sino a implementar otras actividades que motiven al estudiante”, finalizó la rectora.
Por su parte, la profesora y doctora estadounidense Stephanie Jones, en su ponencia sobre la escuela y el niño completo, fue enfática en que las instituciones educativas deben ser espacios donde se desarrollen adecuadamente las habilidades de los niños, donde se les enseñe a conocerse y conocer sus actitudes y, al mismo tiempo, a controlarse y tener autoconfianza.
El tema académico está directamente relacionado con la formación del estudiante, pero es necesario que los educadores se preocupen por la parte humana, pues “es la escuela un sistema dinámico donde se establecen normas y se desarrolla el carácter de los futuros adultos”, comentó la experta.
Wagner Silveira, licenciado en ciencias sociales de Brasil, después de exponer el caso crítico de la educación pública en su país, debido al pensamiento de la gente que considera la pobreza como un impedimento para el aprendizaje, resaltó la necesidad de entender que la educación no es un derecho de quienes tienen dinero o pertenecen a una alta clase social, sino un privilegio al que todos, sin diferencia, deben acceder.
Silveira expuso también cuatro aspectos importantes para tener un buen clima escolar: generar buenas relaciones entre toda la comunidad educativa, fortalecer las relaciones de aprendizaje, crear un ambiente que fortalezca la autonomía del estudiante y, finalmente, establecer normas y trabajar en la obediencia del alumno.
A toda esta discusión se sumó Catherine Bradshaw, doctora en Psicología del Desarrollo, con su premisa sobre lo fundamental que resulta para un alumno sentirse parte de su institución, tener sentido de pertenencia sobre ella y generar relaciones más allá de lo académico con sus docentes, pues se sentirá seguro pero sobre todo, tenido en cuenta, lo que garantizará un mejor desarrollo.
Sepa si su hijo está bajo algún tipo de acoso:
- Si en los últimos meses el niño ha bajado considerablemente de peso sin ninguna razón conocida.
- Ha dejado de realizar las actividades que más le gustaban, como jugar fútbol o salir a jugar con sus amigos.
- Si presenta cambios en su actitud: si antes era más extrovertido y ahora se muestra como un niño pasivo y tímido.
- Constantemente se ve triste y deprimido.
- Cuando su entusiasmo por ir al colegio reduce y muestra miedo por volver a clase.
- Cualquier otro cambio repentino en el niño puede ser señal de que algo no está bien en su entorno escolar.