Las siete claves para una buena educación
¿Cómo aprenden los estudiantes? La respuesta a esta pregunta no solo la tienen los profesores. Y los padres de familia, primeros y continuos educadores de sus hijos, deberían planteársela con más frecuencia e intentar buscar nuevas respuestas.
– El uso de la tecnología ha ampliado el acceso a la educación y ha abierto paso a nuevas formas de aprendizaje que nos obligan a preguntarnos ¿cómo están aprendiendo los estudiantes? ¿Cómo sabemos si lo están haciendo? Y si no están aprendiendo, ¿qué podemos hacer para que lo hagan?
Los principios:
- Reconocer los conocimientos adquiridos previamente
Los estudiantes llegan a sus clases con un bagaje de conocimientos, creencias y actitudes que pueden facilitar u obstaculizar el aprendizaje. Conocer sus raíces culturales permitirá integrar la información que se les proporciona con la que ellos ya poseen.
- La forma en que los estudiantes organizan sus conocimientos influye en el proceso de aprendizaje y en la posterior aplicación de sus conocimientos
Los estudiantes construyen conexiones con la información que reciben. Si esas conexiones están correctamente organizadas y estructuradas, es probable que el aprendizaje sea mucho más efectivo y eficiente.
- La motivación de los estudiantes determina, mantiene y orienta el aprendizaje
La motivación se ve afectada por al menos 3 elementos: las metas y expectativas de los estudiantes; la idea que ellos tengan respecto de su propia capacidad para aprender, y por sus experiencias emocionales frente al aprendizaje. El aprendizaje requiere, por tanto, una buena dosis de desafío, de seguridad y de diversión.
4. Para desarrollar su máximo potencial, los estudiantes deben adquirir habilidades, practicar para integrarlas a su comportamiento, y saber cuándo y cómo aplicar lo aprendido
La práctica es indispensable no solo para entender los contenidos de las asignaturas, sino para asimilarlos de tal forma que, cuando se presenten situaciones reales fuera de la escuela, en otro contexto, el estudiante pueda aplicar sus conocimientos con agilidad.
- Las prácticas dirigidas a metas, con la apropiada retroalimentación, mejoran la calidad del aprendizaje
Las prácticas deben tener objetivos identificables por el estudiante y un apropiado nivel de dificultad.
- La capacidad que tiene el estudiante para desarrollarse depende del clima emocional, social e intelectual de su grupo y de su ambiente, e influye en su aprendizaje
El clima que crean los maestros en sus clases, al igual que los padres en sus casas, tiene importantes implicaciones para los estudiantes.
7. Para volverse capaces de dirigir su propio aprendizaje, los estudiantes tienen que aprender a autocriticar su desempeño y ajustar sus estrategias de estudio y práctica
Ningún aprendizaje escolar puede estar completo sin que el estudiante haya hecho suyo el hábito de aprender por su cuenta, y sin que sea capaz de dirigir ordenadamente su aprendizaje.